Restaurante Schuddeveld

Fuimos a cenar 2 personas y pedimos un par de platos típicos: waterzoï de poulet (estofado de pollo con verduras, patata y nata) y carbonnade à la flamande (estofado de ternera con una salsa de cerveza al chocolate, acompañado de patatas fritas). El primero estaba riquísimo, con el pollo súper jugoso y el caldo muy sabroso, pero el segundo bastante mal. La ternera estaba seca y la salsa no nos gustó, lo único que se salvaba eran las patatas fritas. Debido a la disparidad de platos es difícil dar una opinión, pero personalmente no repetiríamos.

Los mejillones estaban buenos pero me sirvieron un salmón en mal estado que tuve que devolver por lo mal que olía. El camarero muy agradable y servicial.

Cenamos Nochebuena allí y la atención fue espectacular, la comida una delicia (sublime podría decir). Tienen unas chimeneas que transmiten una sensación hogareña a la hora de estar ahí.
La carta es muy tradicional, pero tocando todos los platos típicos. Los platos son abundantes en comparación con otros restaurantes.

Muy recomendable

Improvisamos este restaurante y fue todo un acierto. Local relajado y acogedor. El personal fue muy amable para ayudarnos a elegir. Aperitivo, mejillones con patatas y ternera estofada. Dos platos típicos de Bruselas con los que quedamos muy satisfechos. Si reservas a través de “the fork” puedes tener descuentos interesantes

Buscabamos un sitio para comer en Bruselas y este no nos decepcionó.
El camarero super agradable que hizo por entendernos en todo momento amenizando la espera: una delicia.
Los platos super buenos y contundentes: mi pareja y yo quedamos encantados!
Nos cogimos el menú (25€) que traia un entrante (ensalada y queso mozzarella), plato principal ( vou la vent jaja o cómo se escriba y mejillones con patatas) el postre (una estupenda mousse de chocolate). La bebida no está incluida eso sí.
Gracias 😊 por el buen servicio y la sonrisa con la que salimos del local. Vale cada euro gastado.

Lugar sumamente agradable y cálido a pasos del centro histórico de Bruselas.
La atención fue excelente al igual que la comida; cocina típicamente Belga.
Y con la aplicación “The Fork” se pueden llevar una excelente sorpresa.
No dejen de ir, sumamente recomendable!

Aunque llegamos un poco de rebote,creo que fue a decisión acertada y comimos bien. No me gustó que en la puerta tuvieran una pizarra con el menú y solo nos trajeran la carta, hubo que pedir el menú. Una picardía propia de sitios para turistas. Pedimos dos menús y otros platos de la carta. La carbonade (carne de ternera guisada) estaba deliciosa, no quedaba lasaña del menú (!?) pero el conejo estaba bueno, los caracoles aceptables, y la ensalada de rúcula muy bien. Nos pusieron sin pedirlo tiramisú de postre "cortesía de la casa" para los cuatro aunque solo entraba en los dos menús y el café era fuerte y la tableta de chocolate muy negro que lo acompañaba delicioso. El personal muy amable.